EUROPA
PRESS
26 enero
2017
La bulimia es un trastorno alimenticio caracterizado por un ciclo
vicioso de episodios repetidos de angustiantes atracones de comida e intentos
inapropiados por compensar la ingesta excesiva con vómitos, dietas extremas o
el uso indebido de diferentes medicamentos.
Estos
síntomas suelen ser impulsados por una intensa preocupación por el peso
corporal, la forma o la apariencia y, con el tiempo, estas características se
vuelven compulsivas y son similares a las de una adicción.
Generalmente,
la bulimia emerge en la adolescencia y es mucho más probable que se desarrolle
en las mujeres. Se cree que entre el 1 y el 2 por ciento de las mujeres tienen
bulimia en algún momento de su vida, un trastorno que está asociado con
múltiples complicaciones médicas, y hasta el 4 por ciento de las personas con
bulimia mueren prematuramente a causa del trastorno.
Aunque
tratamientos existentes, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), son eficaces
para muchas personas con bulimia, una proporción sustancial no mejora con este
tipo de terapias. Por lo tanto, los investigadores creen que hay una necesidad
acuciante de desarrollar nuevas técnicas y están mirando cada vez más hacia las
tecnologías basadas en la neurociencia que podrían dirigirse a la base neural
subyacente de los trastornos alimentarios, como problemas con el procesamiento
de la recompensa o el autocontrol.
Los
síntomas clave de la bulimia nerviosa, incluyendo la necesidad de comer compulsivamente
y restringir la ingesta de alimentos, se reducen al suministrar electricidad a
partes del cerebro mediante estimulación cerebral no invasiva, según concluye
una nueva investigación del 'King's College' de Londres, en Reino Unido.
Estudios
anteriores publicados por el Grupo de Investigación sobre Trastornos
Alimentarios del 'King's' descubrieron que la
estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), que ya es un tratamiento aprobado para la depresión
en Estados Unidos, resulta eficaz para reducir la ansiedad alimentaria en las
personas con bulimia.
Un sistema menos costoso y portátil
Este
nuevo estudio, publicado en 'PLOS ONE', examinó el uso de la estimulación transcraneal con corriente continua (tDCS),
una forma menos costosa y más portátil de estimulación cerebral. TDCS utiliza
electrodos colocados en la cabeza para estimular partes específicas del
cerebro, lo que podría mejorar la función cognitiva en áreas relacionadas con
el procesamiento de las recompensas y el autocontrol. El tratamiento es
indoloro y el efecto secundario más común es una ligera picazón o un hormigueo
en el cuero cabelludo.
En el
estudio, 39 personas recibieron tDCS real y tDCS placebo, con un periodo de al menos 48 horas entre
ambas sesiones. Los investigadores usaron cuestionarios antes y después de cada
sesión para medir su deseo de comer compulsivamente y una variedad de otros
síntomas de la bulimia, como preocupaciones sobre el peso y la forma,
restricción de la ingesta de alimentos, niveles de autocontrol y autoestima.
De esta
forma, los investigadores encontraron que estos síntomas de la bulimia se
redujeron significativamente gracias al tratamiento de tDCS
pero no con la sesión de placebo. Por ejemplo, las puntuaciones iniciales en la
necesidad de comer compulsivamente disminuyeron en un 31 por ciento después de tDCS.
Los
investigadores también utilizaron una tarea de toma de decisiones en la que los
participantes tenían que elegir entre una cantidad menor de dinero disponible
inmediatamente y una cantidad mayor disponible en tres meses. Así, vieron que
las personas mostraron una mayor tendencia a retrasar la gratificación después
de la sesión tDCS en comparación con la sesión de
placebo, lo que significa que mostraron una toma de decisiones más prudente al
esperar mayores recompensas, más que elegir la opción más pequeña y más
temprana.
La
doctora Maria Kekic, primera autora del estudio, del
Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN,
por sus siglas en inglés), en el 'King's College', de Londres, dice: "Nuestro estudio sugiere
que una técnica de estimulación cerebral no invasiva suprime el impulso de
comer compulsivamente y reduce la gravedad de otros síntomas comunes en las
personas con bulimia nerviosa, al menos temporalmente. Creemos que hace esto
mejorando el control cognitivo sobre los rasgos compulsivos del
trastorno".
"Aunque
se trata de modestos hallazgos tempranos, hay una clara mejoría en los síntomas
y las habilidades de toma de decisiones después de una sola sesión de tDCS. Con una muestra más grande y múltiples sesiones de
tratamiento durante un periodo de tiempo más largo, es probable que los efectos
sean aún más fuertes. Esto es algo que ahora estamos buscando explorar en
futuros estudios", añade.
El
profesor Ulrike Schmidt, autor principal del estudio,
también de IoPPN, concluye: "La ventaja de tDCS es que es mucho menos costosa y más portátil que otras
técnicas de estimulación cerebral, lo que plantea la posibilidad de que un día
se pueda ofrecer el tratamiento para la auto-administración en el hogar por
parte de los pacientes con bulimia. Esto podría ser como un añadido a las
terapias de hablar del tema, como la TCC, para mejorar los resultados, o como
un enfoque alternativo autónomo".